Muchos se preguntan ahora qué hacer para combatir el aburrimiento y numerosas páginas de internet recomiendan aplicaciones, sitios web, listas de películas y series de televisión para ver, en un intento bien intencionado por mantener a las personas en casa.
No obstante, creo que es importante aburrirnos y estoy convencido de que el aburrimiento no es algo a lo que le debemos huir, porque siempre encontraremos distracciones pululando en una pantalla pero nuestra mente también necesita quietud, descanso, reflexión, soledad, estimulación baja, reposo. Si sobre-estimulamos nuestro cerebro con nuestro celular, nuestra tablet, nuestro portátil, nuestro computador, nuestra consola de videojuegos y/o nuestro televisor, corremos el riesgo de aumentar nuestra ansiedad y nuestra intranquilidad. Así, en lugar de afrontar la crisis de la mejor manera, terminamos comprometiendo nuestra salud mental.
El aburrimiento también nos obliga a ser más creativos, pero para ello necesitamos tiempo, espacio y disposición. La internet nos obliga a ir demasiado rápido y nos ha impuesto un ritmo exorbitantemente acelerado del que no podemos separarnos. Constantemente estamos bombardeados e inundados de información, de imágenes, de juegos, de aplicaciones, de vídeos y de cadenas en las redes sociales que apenas podemos darnos respiro. Las notificaciones de Facebook son incansables, y cuando logramos disiparlas, tenemos pendiente "revisar" Instagram, WhatsApp, Twitter, YouTube, Pinterest, Tumblr y un largo etcétera.
Lo más preocupante para mí, es que pensamos en
"revisar" nuestro celular, como si de verdad nos estuviésemos perdiendo algo. Lo vemos como una obligación, como algo que tenemos que hacer.
Por si fuera poco, tenemos el trabajo en remoto y para ello necesitamos estar frente a nuestro computador e igualmente debemos estar
"pendientes" del correo corporativo y de la aplicación de mensajería que usamos en nuestra empresa para comunicarnos. Estamos sumergidos en información y las pantallas parecen acaparar toda nuestra vida.
Si nos preguntáramos qué pasaría si no tuviéramos internet para navegar en mi celular, tal vez nuestras primeras respuestas estén relacionadas con una afectación emocional, con una inquietud o intranquilidad. Y si nos faltase la electricidad, imaginamos aún peores escenarios. Sin embargo, no tenemos que perder nuestra conexión a internet o la electricidad para darnos un respiro y alejarnos de los espejo negros, las pantallas que se han apoderado de nuestras vidas.
Tampoco me interesa rechazar las pantallas de manera definitiva e intransigente, pues precisamente ahora nos permiten estar en contacto con amigos y familiares, y nos permiten trabajar y estudiar. Mi intención es compartirles algunas actividades que podemos probar en nuestro aislamiento preventivo más allá de las series y películas, y más allá de las redes sociales.
Estas actividades las he realizado en algún momento de mi vida y las he planeado como si me estuviese entrenando para momentos en los que debo pasar una cuarentena y tengo "pocas" opciones a mi disposición:
Antes de pasar a las actividades, quiero insistir en que es necesario aburrirnos y en una gran parte de las ocasiones,
es más beneficioso para nosotros no hacer nada. Una situación de confinamiento nos obliga a sobrevivir y tal vez lo mejor para nuestra salud mental sea precisamente no tratar de hacer mucho; ya que
le enseñamos a nuestro cerebro a estar estimulado todo el tiempo y eso nos puede generar mayor ansiedad, tensión y estrés, porque así como no somos capaces de sentir aburrimiento, no somos capaces de no hacer nada sin sentirnos agobiados.
No intentes hacer cosas más allá de tus capacidades y mucho menos te fuerces a realizar un montón de cosas que no te satisfacen, que no te interesan o frente a las cuales no tienes recursos para hacerlas. Yo soy una persona muy afortunada y lo he sido toda mi vida, así que puedo dedicarme a muchas de estas actividades porque tengo el tiempo, los recursos y la disposición para realizar cosas que muchas personas no pueden,
porque ellas apenas tienen tiempo para trabajar y descansar, o su situación social, económica, política, familiar, sanitaria o personal, se los impide o se los obstaculiza.
En el mundo del desarrollo personal es muy fácil caer en la
hiperproductividad, ya que el medio nos bombardea con la idea de que no debemos desperdiciar nuestro tiempo ni nuestra juventud, que debemos educarnos y aprender todo el tiempo, que cada día debemos ser más fuertes, más listos y mejores que ayer en todo sentido. Esta tiranía de la auto-ayuda o del crecimiento personal cultiva en nosotros una sensación de insatisfacción,
porque nunca es suficiente, porque siempre alguien más está haciendo más cosas o alguien que conocemos es más exitoso, tiene mejor educación o mejores ingresos; pero esto también nos lleva a sacrificar tiempo con nuestra familia, tiempo para nosotros mismos y tiempo para experimentar el presente.
De manera que las actividades que recomiendo son para aquellos que tienen la inclinación a mantenerse muy activos y que lo han sido la mayor parte del tiempo, independientemente de si hay una cuarentena o no.
Si intentas hacer muchas cosas ahora pero no estás acostumbrado a ese nivel de esfuerzo o de actividad, puedes experimentar desgaste físico y mental y sentirte más abrumado.
A nivel de salud mental es muy recomendable
mantener la rutina usual que llevábamos antes del aislamiento, así que si vimos interrumpidas nuestras actividades laborales, educativas o de otra índole, puede sernos beneficioso implementar algunas de las siguientes actividades;
pero si nuestra vida laboral o educativa continúa de manera remota, no sería tan aconsejable rellenar nuestro horario con un montón de cosas por hacer porque nos vamos a fatigar y realmente no vamos a aprender ni a consolidar nuevo conocimiento. En este punto el tip que te ofrezco es simple:
apégate a la rutina que ya llevabas, y a lo sumo, intenta corregir un pequeño aspecto de la misma que no te sirva.
Por tanto, la lista que sigue no es para hacer más de lo que estamos haciendo, sino para hacer cosas diferentes a las que ya veníamos haciendo. Las actividades que propongo están pensadas como alternativas al uso del celular, la televisión o el computador; no adicionales a todo lo que ya vienes haciendo. Así mismo, estas actividades no son una lista de cosas por hacer para sentirte productivo o que estás aprovechando el tiempo, sino que son opciones en caso de que quieras experimentar o explorar algo diferente.
Dado que el aislamiento es preventivo, lo que hagas tiene que contribuir a tu salud emocional y por tanto estas actividades deben suponer algo relajante, divertido o atractivo para ti, no una obligación o una excusa para mantener o incrementar el ritmo frenético con el que venías actuando. Estas actividades deben suponer una forma de mantener o incrementar tu bienestar y en ese sentido, son útiles si te permiten estar en el presente y disminuir la preocupación. Por eso te propongo que privilegies siempre la calidad por encima de la cantidad.
Esto significa que busques y explores cosas para hacer lejos de una pantalla, pero no que te llenes de un montón de actividades con el fin de generar la sensación de que estás haciendo muchas cosas, que estás aprovechando el tiempo y que te estás manteniendo activo. Valora el ocio y el tiempo libre como una oportunidad para entenderte mejor a ti mismo, de conectarte con partes de ti que usualmente ignoras y de conectar también con otros.
Actividades sin conexión a internet
1. Aprende a controlar tus sueños
Las cosas que sueñas cada noche (espero que estés durmiendo en la noche) se pueden controlar, pero requieren un entrenamiento especial, particularmente si te cuesta recordar tus sueños o si nunca has tenido sueños en los que sabes que estás soñando. Este tipo de sueños se llaman
sueños lúcidos y pueden agregar otra capa interesante a tu vida psicológica.
Imagina decidir volar, enfrentar a tu peor enemigo, cumplir una fantasía, visitar otro planeta o hacer lo que siempre has querido hacer en tus sueños. Esta es una opción bastante interesante y no debes invertir mucha energía o tiempo para aprender a hacerlo. Si te interesa, puedo escribir una publicación al respecto.
2. Escribe tu diario de sueños
Esto te ayudará a lograr más fácilmente los sueños lúcidos pero también es un ejercicio que puedes hacer cada mañana para arrancar el día pensando en algo fuera de lo común. Si te interesa, también puedo escribir una publicación sobre cómo llevar un diario de sueños.
3. Fortalece tu cuerpo
Sobra decirlo, pero es necesario hacerlo. Fortalece tu cuerpo y regula tus emociones por medio de la actividad física. Existen muchas opciones disponibles, en todos los niveles de dificultad, con todos los niveles de equipamiento que dispongas y con muchas opciones respecto al tiempo y el tipo de actividad que quieres realizar. No tienes que hacerlo todos los días, pero aprovecha este tiempo para cumplir tus metas en este nivel.
Si no quieres hacer ejercicio, puedes mejorar tu flexibilidad, tu motricidad o tu coordinación haciendo otras actividades. La idea es que te mantengas en movimiento. Si tienes una lesión y siempre le huiste a la fisioterapia, ¡este es el momento perfecto para retomar esos ejercicios y poner tu cuerpo a punto!
4. Lee
No quiero decir mucho al respecto. Trata de leer libros en físico si los tienes en tu casa, así no será tan sencillo sucumbir a la tentación de hacer otras cosas si lees en tu computador o en tu celular.
¿Recuerdas ese libro que siempre has pospuesto porque nunca encuentras tiempo para leer? Agárralo ahora mismo y lee 10 minutos. Abrélo, lee la tabla de contenidos, lee la contraportada, lee el título y la imagen que lo acompaña, hojéalo un rato y lee algunos de los títulos de los capítulos, busca imágenes (si tiene) y tal vez el libro te contagie de su espíritu un poco y puedas leer un par de páginas. Vamos, que no te estoy diciendo que leas todo el día.
Previamente en el blog compartí algunas ideas que me han servido a mí para generar y mantener el hábito de la lectura.
5. Escribe
No tienes que saber escribir y no hay necesidad de que publiques nada. Puedes escribir un diario, escribir pensamientos o ideas locas que se te ocurran, puedes escribir poesía, contar historias o narrar momentos de tu vida. Puedes escribir sobre un tema que te llama la atención,
puedes hacer una reseña del último libro que te leíste, o hacer una crítica de tu película favorita. Puedes iniciar un blog (aunque pocos lo lean) y escribir tu opinión sobre tus series de televisión favoritas, tu visión sobre el arte moderno o tu perspectiva sobre la industria de los videojuegos.
La idea es que pienses y estructures tus ideas como un ejercicio mental. Esto te mantendrá alerta y ocupado. El ejercicio intelectual activo hará que fortalezcas tu pensamiento crítico y que puedas descansar mejor cada noche.
Escribe listas de tus canciones favoritas, de las mejores películas que has visto, de los libros que volverías a leer, de tus actores y actrices preferidos. Yo amo las listas como bien sabes (he publicado varias en este blog) y también he escrito algunas más personales, como las cosas más raras que he hecho o mis mayores hazañas o logros en los videojuegos.
Escribe cartas a tus seres queridos, a tu familia o a tu yo más joven o más viejo.
6. Haz ejercicios de atención plena o medita
Mira un objeto durante 30 segundos y trata de detallar todas sus características. Su color, su textura, su olor, su temperatura y su forma. Enfoca tu atención únicamente en este objeto y así fortalecerás tu concentración.
Haz ejercicios de respiración.
Medita. La meditación te ayudará a reducir los niveles de estrés, dormir mejor, disminuir la presión sanguínea e incrementar tu armonía familiar.
Dale un espacio a tu mente para que disminuya su actividad.
7. Aprende cosas nuevas
Aprende a cocinar.