Leer se ha convertido en un verdadero reto en un mundo de videojuegos, redes sociales y tecnología. Formar el hábito para leer no es nada sencillo, pero sin duda alguna, vale mucho la pena.
Por supuesto, leer no se trata de una competencia ni de una carrera, pero aquí van algunas ideas que me han servido para leer más libros.
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Algunos de mis libros de infancia y adolescencia. ¡Qué recuerdos! |
1. Ten libros diferentes
Tu propósito no debe ser leer un libro, terminarlo y luego continuar con otro. Esta es una estrategia muy simple y con peligros. Si el libro no te gusta, si no te engancha o si es muy complejo, por sólo nombrar algunos ejemplos, no vas a poder terminarlo en meses.
Por eso es importante que tengas libros que difieran mucho entre sí en los siguientes aspectos
A. Temas
Usualmente tenemos un tema que nos interesa más, pero es necesario tener una reserva de temas que también nos llama la atención.
En mi caso, por ejemplo, yo podría leer todo el día y todos los días ciencia ficción. Y de vez en cuando, psicología. Pero tengo libros sobre
poesía,
fábulas y
cuentos, historia, autoayuda, novelas colombianas, biografías, literatura clásica, novelas juveniles,
análisis literarios y un largo etcétera.
Así, tengo la oportunidad de cambiar de lectura cuando me plazca. Algunos días no tendré mucho interés en leer sobre mi tema principal pero podré leer sobre cualquier otro, aunque sean sólo 5 o 10 páginas.
Otros días estaré muy cansado o mi mente estará muy agotada y escogeré leer algo ligero y fácil de asimilar, de tal manera que no pierdo el ritmo:
Sigo leyendo, pero el nivel de esfuerzo es distinto.
B. Longitud
Siempre es bueno tener libros que varíen mucho en el número de páginas. Si lees algo de 150 páginas, lo harás en poco tiempo y tendrás la sensación de que estás avanzando, que estás cumpliendo tu propósito de leer más. Si tienes uno de 600 páginas, este libro no te hará sentir eso, pero aún así su lectura será muy valiosa para ti.
En ocasiones, puedo llegar a leer un libro en una semana o mucho menos cuando es corto y ligero. En este caso, disfruto mucho la lectura y me engancho muy rápido porque sé que terminaré rápido. Si la lectura es larga, no me afano y mi nivel de ansiedad disminuye porque sé que no voy a poder terminarlo en mucho tiempo; pero si ya terminé un libro corto en el mes, me siento más tranquilo y aún mantengo la sensación de que avanzo en mi intención de cultivar y fortalecer mi hábito de lectura.
C. Complejidad
Tener libros de diferente complejidad ha sido clave para mí, incluso si son del mismo tema.
En algunas ocasiones en las que he estado enfermo, cansado o con insomnio, los libros de baja complejidad me han ayudado mucho.
En estas condiciones particulares, leer un libro tedioso, complicado y de lectura lenta, hubiese sido desastroso para mí y hubiese sido imposible para mí leer una sola página.
Existen libros que leí exclusivamente cuando tenía insomnio, otros cuando estaba muy enfermo, otros que iba leyendo mientras me transportaba de un lugar a otro, otros cuando he estado muy cansado y muchos otros cuando tenía muchos distractores a mi alrededor. Y creo que no hubiese leído lo que tenía planeado en esas circunstancias, especialmente cuando puedes hacer tantas cosas diferentes tan sólo con desbloquear tu celular o encender tu televisor: ¡En un instante, tu intención de leer se ha esfumado o retrasado bastante!
D. Editoriales
Este es un aspecto menor, pero en mi caso personal es fundamental contar con diferentes formas en los libros. Por ejemplo, odio los libros de páginas muy blancas y algo tan sencillo como la paginación tiene un alto valor estético para mí. Hay libros que son muy gruesos o muy anchos. Hay unos en las que el tipo de letra, el espaciado y ese montón de detalles gráficos te hace leer más fácil.
Si te encuentras con un libro feo, ya sabes que no será bueno comprar de esa editorial en un futuro.
A veces no sabemos qué tipo de libro nos gusta hasta que hemos visto un montón de opciones diferentes y comenzamos a notar que
algunas cosas pequeñas hacen que nuestra lectura sea más difícil. Por eso, cuando veo un libro que no me gusta visualmente, no lo compro, aunque no esté disponible en otra editorial: Ya sé que no voy a disfrutar mucho al leerlo y que los detalles que ya no puedo dejar de notar, me molestarán de inicio a fin.
E. Idiomas
Si estás aprendiendo otro idioma, o ya lo dominas, resulta muy provechoso tener libros en ambos idiomas. La forma en la que se lee en diferentes idiomas varía bastante y el impacto puede llegar a ser muy diferente. Leer en otro idioma te ayudará a aprender más rápido y con toda seguridad será un ejercicio bastante interesante para tu cerebro.