He escrito un montón acerca de los propósitos de año nuevo y en esta oportunidad quiero publicar algo más sencillo y personal: Hoy quiero compartir mis metas para este año y de alguna manera ejemplificar mi proceso de pensamiento al plantearme una meta de inicio a fin.
Mi meta para este año es: "Leer 1 página diaria", sin importar lo que pase.
Fotografía por Riguelis |
La meta, sin embargo, no es tan sencilla y simple; y no la he formulado caprichosamente. Al plantearme esta meta consideré los siguientes aspectos:
1. Disfrute. Esto significa que me será más placentera y es algo que no veré simplemente como una tarea. Me encanta leer. No me planteé algo que me no me gusta pero que debo hacer. No me planteé una tarea aburrida que me genera poca satisfacción.
2. Mejora y no implementación. Quise plantearme una actividad que no estuviera en ceros en mi vida. Es decir, no me planteé la implementación de un hábito nuevo (algo que nunca he hecho), como como estudiar francés a diario ,o un hábito que no tengo implementado pero que he intentado antes (estudiar inglés a diario, levantarme todos los días a las 6 de la mañana). Esto significa que conozco la actividad, sé cómo me gusta, sé cuáles obstáculos puedo tener, sé qué ventajas tengo.
3. Retroalimentación. Quise plantearme algo que me diera una retroalimentación positiva muy pronto. Leer una página es algo sencillo y si llevo un registro de la misma, es muy fácil conseguir una racha de días consecutivos incluso en los peores momentos. Entonces consigo victorias tempranas muy rápido que hacen que quiera seguir persiguiendo mi objetivo.
4. Probabilidad de fallo. Quise plantearme un mínimo pero no un máximo. En mi peor día leí exactamente una página. En mi mejor día, he llegado a leer 2 o 3 horas. Lo que me importa es no incumplir el mínimo. El máximo depende de mí, de mi energía, de mi motivación, del tiempo que tenga, del entusiasmo que me genere cierta lectura, etc.
5. Tiempo. Quise plantearme algo que me tomara muy poco tiempo. Leer una página no me toma más de cinco minutos, por compleja que sea la lectura. Entonces, aunque sean las 11 y media de la noche y acabe de llegar a casa, aún tengo tiempo para cumplir con mi meta. Y si sigo leyendo después de las 12, cumpliré mi objetivo del día siguiente de una vez.
6. Factible. Quise plantearme una meta realizable desde el primer día y realizable casi en cualquier momento y lugar. Las condiciones para leer una página son mínimas. Puedo leer en mi celular, puedo leer en mi kindle, en el computador, en una tablet o en un libro físico. Es casi imposible que durante todo el día no pueda acercarme a un libro en mi casa o en otro lugar.
Fotografía por Riguelis |
7. Fricción. Quise plantearme una meta que tuviera muy poca fricción. Esta meta no compite con ninguna otra porque no me consume tiempo, demasiada energía o muchos recursos. Hay otras cosas que quiero conseguir este año pero esta meta es algo que no quiero negociar. Existen otros hábitos complejos y otras metas y propósitos que me toma más recursos; y esos los puedo negociar y sabré que habrá días en los que no los cumpliré, pero todo está bien si me aseguro de cumplir mi única tarea obligatoria del día: Leer una página de un libro cualquiera.
8. Proceso. No rendimiento ni resultado. Quise plantearme una meta de proceso. Para algunos, leerse una página diaria puede considerarse mediocre. Si lo hago desastrosamente, me leería un único libro en todo el año. Pero, a pesar de todo, un libro es mejor que ninguno. Y mínimo me leería un libro, es lo peor que puede pasar. Con una meta que no se centra en leer cierto número de libros o cierto número de horas a diario, el mínimo me asegura que yo lea algo a diario y el máximo me puede asegurar cualquier cosa que yo quiera. Mi intención no es apuntarle al mínimo siempre, sino que el mínimo me obligue a leer algo cada día. Así me será más fácil crear el hábito.
9. Flexibilidad. Quise plantearme una meta flexible y con las menores restricciones posibles. Puedo leer en cualquier formato, cualquier libro, cualquier tema, cualquier autor. Cualquier cosa que lea me aporta y es ganancia hacia mi meta, pero eso no quiere decir que no me plantee leer ciertas cosas que quiero leer, ciertos libros, ciertos autores y ciertos géneros. Pero no estoy obligado a leer algo específico que tal vez no sienta ganas de leer un día particular. Actualmente, tengo empezados 5 libros: 1 novela oscura en español de un autor de mi país, 1 libro en inglés de no-ficción, 1 libro en español de ciencia ficción clásica, 1 libro de cuentos de ciencia ficción en inglés y un otro libro de ciencia ficción de una autora africana. Tengo de donde escoger y será muy difícil que en un día dado no pueda leer alguna de estas 5 opciones.
10. Valor. Quise plantearme una meta que me aportara significativamente pero que no se centrara en resultados o cierto desempeño. Esta meta ejercitará mi cerebro, estaré aprendiendo cosas nuevas constantemente, estaré puliendo mi inglés y mi español con nuevo vocabulario, tendré más temas de conversación, y un largo etcétera. Los beneficios son muy grandes y el esfuerzo es muy poco. Si quiero más beneficios, me esforzaré más cuando así lo requiera.
11. Rastreabilidad. Quise plantearme una meta fácil de registrar y de monitorear. Elegí un calendario en físico para marcar con una X el día en que leí una página. Es lo único que tengo que hacer. Marcar una X para saber si cumplí mi meta ese día o no. Mi calendario está en el lugar en el que paso la mayor parte del tiempo (mi estudio) y es visible en todo momento.
12. Modificable. Si soy tremendamente exitoso en mi meta, podré modificarla más fácilmente y retarme un poco más. Puede ser que en febrero me plantee leer 2 páginas diarias y en diciembre termine planteándome 12 páginas diarias; lo que hace que la meta sea progresiva sin mucho esfuerzo y que pueda insertar incrementos pequeños en cualquier momento. Por otro lado, puedo agregarle condiciones, letra pequeña o cláusulas a mi meta porque es muy simple para comenzar, así no me complico desde el inicio.
Fotografía por Riguelis |
ALGUNOS TRUCOS QUE ME HAN SIDO ÚTILES
Hacer el hábito obvio, evidente, visible. Marcar en el calendario cuando cumplo mi propósito lo hace visible, pero también el tener libros cerca de mi en diferentes espacios de la casa, en mi habitación, en mi estudio, en la sala hace que recuerde fácilmente mi propósito y que me sea muy, muy difícil ignorarlo. También hablo mucho de ello y eso me permite tenerlo presente.
Hacer el hábito atractivo. Estoy leyendo temas que me interesan mucho, y este año me planteo leer libros que me gusten mucho. En años anteriores, he tenido temporadas donde leía algunos libros que no me llamaban tanto la atención y eso hacía que me costara más agarrar el libro y leerlo, por lo cual me tardaba más y a su vez esto hacía que estuviera aburrido más tiempo. Para hacer atractivo el hábito, estoy leyendo cosas que me entusiasman un montón.
Hacer el hábito en una franja de tiempo similar. A pesar de que mi meta es flexible, he descubierto que de todas maneras me sirve leer al final del día, de la misma manera que hacer ejercicio se me facilita al mediodía.
MIS RESULTADOS LUEGO DE 24 DÍAS
He fallado 1 día de 24. De esta falla, aprendí que mi sistema y mi ambiente suele ser muy impredecible los fines de semana y que otras actividades pueden ocupar considerables cantidades de mi tiempo sin que yo me lo proponga. Frente a esta falla, tengo como propósito los fines de semana intentar leer lo más temprano posible.
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