En mi más reciente publicación del blog, compartí las 10 lecciones del último año, las cuales estaban relacionadas con aspectos grandes y abstractos de mi vida; y eso me hizo pensar en los aspectos más prácticos de los cuáles también aprendí, es decir, lecciones más pequeñas pero igualmente útiles para tener en cuenta para el año nuevo y que me gustaría compartir.
Quiero aclarar que estos son mis aprendizajes y que no necesariamente sirven para implementarlos en tu caso. Mi intención es compartir y que así te inspires a hacer un balance de esas cosas prácticas que has aprendido o descubierto en el último año (si puedes compartir un par en los comentarios, estaría genial). Así podríamos tener una gran cadena de aprendizajes reunidas en un solo lugar.
Sobra aclarar que estos aprendizajes no se contabilizan estrictamente desde el 1 de enero, sino que pretendí hacer una lista de lo más reciente que recordaba y que fue importante para mí el año pasado. Al hacer la lista intenté hacerla lo más simple posible, sin usar ningún método particular, sin categorizar mis respuestas y sin tomarme demasiado tiempo. Lo único que intenté hacer fue capturar mis aprendizajes en un par de frases en promedio, para hacerlos muy cortos y digeribles y tenerlos en cuenta para plantearme metas este nuevo año.
Con todo, algunas lecciones son muy específicas a mi vida personal y requerirían de mucho contexto para que las comprendieras, pero si tienes curiosidad, estaré encantado de responderte en un comentario las preguntas que tengas.
50 COSAS QUE APRENDÍ EL ÚLTIMO AÑO
1. Hago ejercicio mucho mejor cuando tomó café 5 o 10 minutos antes.
2. Me gusta el teatro tanto o más que el cine. Nota mental para este año: Procurar ir más a teatro.
3. Eliminar las alarmas de mi despertador y sólo dejar una hace que duerma mejor y que sea más honesto con la hora en la que pretendo levantarme.
4. La música metal me relaja y me energiza. Aunque me gusta la música triste, la música fuerte me ayuda a iniciar el día con la mejor actitud.
5. Las cosas que me demoro 2 minutos en hacer, es mejor hacerlas inmediatamente, si es posible.
6. Trabajo mejor cuando trabajo un poco menos de 8 horas diarias. Me rinde más, estoy más alerta y lúcido.
7. Necesito una pausa en la mañana. No puedo trabajar la mañana entera seguida porque me canso más rápido. No necesito lo mismo en la tarde.
8. Es casi imposible para mí trabajar después de las 6 de la tarde. Tengo raras excepciones, pero es más factible para mí empezar el siguiente día laboral un poco antes, que extender mi jornada a la tarde-noche.
9. Tengo mejor humor y actitud cuando comienzo a trabajar 1 hora después de la hora en la que se supone que debo empezar.
10. Soy muy propenso a las distracciones en redes sociales y en internet y el antídoto no es tener fuerza de voluntad, sino diseñar mi ambiente de tal manera que no aparezcan (por ejemplo, desinstalando las redes sociales de mi celular).
Fotografía por Riguelis. |
11. Me gusta leer más de lo que pensaba y puedo pasar mucho tiempo haciéndolo, incluso a expensas de mi sueño. A veces es necesario regular también mis hábitos "positivos".
12. Prefiero los videojuegos a las series, las películas y los documentales. Me sirve moverme e interactuar y eso me impide hacer multi-tasking o pensar en cosas en las que no debo estar pensando.
13. Aceptar que me equivoqué o cambiar de idea tan rápido como pueda es más liberador y armonioso para mí que intentar encubrir mi error o defender mi idea hasta las últimas consecuencias.
14. Tengo que hacer un esfuerzo mental para que las personas no me convenzan tan fácilmente. Suelo confiar un poco más de lo que debería en su propio criterio. A veces se muestran demasiado confiadas y me dejo llevar por eso. En la misma medida, tengo el poder de influenciarlas más de lo que suelo creer.
15. Ajustar las expectativas que tengo de alguien es mucho más fácil de hacer que intentar cambiar o entender a esa persona.
16. Hacer ejercicio al mediodía es más fácil que hacerlo en la tarde, en la mañana o en la noche. Pero más importante aún, es estar vestido y tener todo listo para que no sienta pereza de hacerlo.
17. Sacar un producto mínimo viable es mejor que tener un borrador casi perfecto que pierde su valor con el tiempo porque ya no es pertinente. En otras palabras: Luego habrá tiempo para corregir, nadie tiene que impresionarse con mi primer borrador.
18. Escuchar un podcast mientras hago las tareas de la casa hace que no disfrute ninguna de las dos actividades. Y esto no solo aplica para los podcast y tareas de la casa, sino para cualquier actividad. Estoy en paz con el multi-tasking: No es lo mío y no me funciona.
19. Aunque "todo el mundo" disfruta los podcast, yo no y está bien. Sin embargo, un podcast de vez en cuando no hace daño.
20. Es mejor apuntar a mejorar en un 1% algo, que apuntar a hacer cambios más grandes. Ser ambicioso no necesariamente es la mejor actitud para plantearse cambiar o mejorar hábitos.
Fotografía por Riguelis. |
21. Es más fácil implementar un proceso y mejorarlo sobre la marcha que perseguir un resultado. Hay que seguir jugando el juego y confiar en el sistema, mientras se itera.
22. No me estoy perdiendo nada en Tik Tok, Instagram, Spotify, Netflix, YouTube, Facebook, Amazon Prime, Disney+, la NBA ni Twitter. (Sí, en ese orden).
23. No necesito levantarme temprano para sentir que aprovecho el día. Aprovechar el día no es sólo estar activo cierto número de horas ni mucho menos estar activo en una franja específica de tiempo.
24. Meditar es más fácil cuando no lo intento. Estar presente es suficiente y es más fácil lograrlo cuando me dejo llevar.
25. Necesito hora y media de almuerzo para trabajar bien. Ni más ni menos.
26. Necesito tiempo para pensar las cosas y replanteármelas. Si no tengo ese tiempo, lo lamento luego y soy menos productivo.
27. No me sirve hacer ejercicio mientras veo series, escucho podcast o intento ver películas. Sólo la música funciona.
28. Hacer ejercicio en 30 minutos o menos me permite mantener el hábito y disfrutarlo.
29. Meditar en la mañana es una pésima idea: Hay muchas cosas en las que pensar.
30. Duermo mejor solo, lamentablemente.
Fotografía por Riguelis. |
31. Antes de dormir, lo peor que puedo hacer es jugar videojuegos, ver series o películas (en ese orden). Me obsesiono y no puedo dormir.
32. El hábito de hidratarme necesita una contigencia.
33. Disfruto más la comida cuando no tengo una pantalla enfrente.
34. No necesito estudiar más, necesito estudiar mejor.
35. Me cuesta confrontar a las personas más de lo que lo admito.
36. La información es potencial hasta que la uso. El conocimiento y el sentido común no son útiles si no se convierten en acciones o prácticas comunes.
37. La presión de tiempo y tener recursos limitado me ayuda cuando se presentan en una justa medida.
38. Disfruto más los documentales (los de la naturaleza, especialmente) que las series y películas (con ciertas excepciones, por supuesto).
39. Dejo de disfrutar comida muy deliciosa cuando me siento lleno.
40. Me cuesta retomar mi trabajo después de las 4pm si a esa hora tomo una pausa lejos del computador o si me pongo a hacer algo personal.
Fotografía por Riguelis |
41. No hacer multi-tasking en ninguna reunión es mi mejor decisión, incluso si la reunión no es tan productiva. No disfruto ni una cosa ni la otra. No hago bien ni una cosa ni la otra.
42. Mi memoria definitivamente se siente más cómoda si yo anoto absolutamente todo. Ya la acostumbré a eso.
43. Mi dinero es valioso como el de cualquiera. En esa medida, debo exigir un servicio apropiado y también pagar lo justo, sin regatear (tratar de negociar un precio inferior).
44. El dormir me permite funcionar de la mejor manera posible el resto del tiempo. No debo sentirme mal por dormir, incluso si a veces mi cuerpo me pide dormir un poco más de lo que debería.
45. El enfoque puede reportarme más satisfacción que la exploración y el intentar hacer muchas cosas a un tiempo.
46. Tendré momentos en los que me obsesionaré con una actividad o un tema y no debo sentirme mal por esto; es algo que puedo esperar que suceda y tampoco me castigaré cuando pase (Usualmente son actividades que no superan los 3 meses).
47. Estoy tan acostumbrado a rumiar que cuando no tengo que pensar, busco desesperadamente algún motivo para rumiar. La respuesta a esta rumiación es la acción. Y las acciones automáticas (hábitos y rutinas) suelen ser las más efectivas.
48. Mi estilo es trabajar despacio. Tardo en acelerar, pero cuando lo hago, fluyo mucho. No tengo que pretender ser rápido desde el primer momento.
49. La flexibilidad me aporta más plenitud que tener todo planeado y que no tener interrupciones de ningún tipo.
50. Es fundamental plantearme metas concretas en las que debo ser proactivo y tener la iniciativa. Esto cultiva mi sentido de la ambición.
Fotografía por Riguelis |
¡Gracias por leerme! Quiero agradecer finalmente a mi pareja porque fue central para muchas de estas lecciones del último año. Sin ella no hubiese aprendido tanto.
Me encantaría leer tus comentarios y ver qué cosas aprendiste tú el último año. ¿Será que tenemos alguna coincidencia?
Te dejo con una lectura que me pareció interesante el año pasado. Quizá la curiosidad te motive a traducirla al español.
Always we hope
Someone else has the answer
Some other place will be better,
Some other time it will all turn out.
This is it.
No one else has the answer
No other place will be better,
And it has already turned out.
At the center of your being
You have the answer,
You know who you are
And you know what you want.
There is no need
To run outside
For better seeing.
Nor to peer from a window.
Rather abide at the center of your being;
For the more you leave it, the less you learn.
Search your heart
And see
The way to do
Is to be.
Lao Tzu
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