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Vuelvo al blog esta vez con una reflexión literaria sobre la pérdida. Se trata del poema "Un arte" de la escritora "Elizabeth Bishop". 

Quiero compartir este poema porque su mensaje me parece muy poderoso para cualquier momento difícil: La pérdida no necesariamente es un desastre

Un arte


La pérdida es parte de nuestra vida diaria y en tal sentido, más nos vale dominar el arte de perder. No podemos evitar ni controlar las pérdidas que sufrimos en cualquier momento, aunque algunas las podemos invitar a nuestra vida, como nos dice la poeta "Pierde algo cada día. Acepta la confusión".

Los budistas nos recuerdan que lo que genera el sufrimiento es el deseo, que es lo contrario a la pérdida. Queremos acumular, queremos tener; pero en pocas ocasiones estamos dispuestos a soltar. Queremos tenerlo todo y atesorarlo todo, incluso a pesar de que no hagamos uso de nada de eso que guardamos y poseemos con tanto aprecio. 

Conforme aprendes a perder, a soltar; caes en la cuenta que nada de eso es devastador. Que todo pasa, tanto lo bueno como lo malo; que todo es impermanente, nada dura. Lo que hace que la pérdida sea más incómoda de lo necesario es precisamente aferrarnos y negarnos a perder. Cuanto más rápido perdamos, mejor lo hacemos y menos sufrimos innecesariamente. 

Esto no quiere decir que sea fácil o cómodo perder. No quiere decir que siempre sea positivo, bueno o placentero; pero sí es inevitable. 

El arte de perder

Afrontar la pérdida no es algo sencillo y no existen unos pasos mágicos para hacerlo. Y por supuesto, lo que te sirve a ti no necesariamente me va a servir a mí. Todo esto lo escribo con la intención de que pensemos que la pérdida implica una aceptación radical, pero también requiere altas dosis de compasión, tanto para la persona que pierde (el perdiente, por así decirlo) como para quienes son testigo de esa pérdida y quieren ayudar de alguna manera. 

Perder cuesta. Olvidar cuesta. Pero creo que el aferrarse sin remedio a algo o a alguien es aún peor. No sirve de mucho lamentarse por lo que perdemos, pero definitivamente podemos honrar lo que perdemos y recordarlo con aprecio y gratitud. 

Incluso podemos pensar que las pérdidas no se superan, sino que se afrontan. Nadie te debería exigir superar algo, a menos que te aclaren a qué se refieren con superar. ¿Superar una pérdida es olvidar? ¿Superar una pérdida es pensar acerca de eso sin llorar? ¿Sin sentir nada?


A continuación te dejo el poema para que puedas copiar y pegar en tus redes sociales o guardar parte del texto en tus notas.

Un arte - Elizabeth Bishop

No es difícil dominar el arte de perder;
hay tantas cosas que parecen colmadas por el deseo
de ser perdidas que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la confusión
de las llaves extraviadas, de la hora desperdiciada.
No es difícil dominar el arte de perder.

Practica después perder más, y más rápido:
lugares, y nombres, y las tierras a las que pretendías
viajar. Ninguna de estas pérdidas será devastadora.

He perdido el reloj de mi madre. ¡Y mira!, la última
o la penúltima de las tres casas que he amado se perdió.
No es difícil dominar el arte de perder.

He perdido dos ciudades, hermosas ciudades. Más aún,
vastos reinos que poseía, y dos ríos, y un continente.
Los añoro, pero no fue un desastre.

Incluso perdiéndote a ti (la voz risueña, un gesto que
amo) no habría mentido. Es evidente
que no es difícil dominar el arte de perder
aunque eso parezca (¡escríbelo!) un desastre.


Sobre la autora

Elizabeth Bishop (Worcester, Massachusetts, 8 de febrero de 1911 - Boston, 6 de octubre de 1979) fue una poeta estadounidense, distinguida como poetisa laureada de los Estados Unidos (1949-1950) y Premio Pulitzer de poesía en 1956.

Resulta interesante notar cómo la propia autora se relacionó con la pérdida desde muy pequeña. Después la muerte de su padre, cuando Elizabeth tenía 8 meses de edad, su madre sufrió una enfermedad mental y fue enviada a una residencia psiquiátrica en 1916. Aunque la madre de Elizabeth vivió hasta 1934 en un asilo, nunca más se encontraron

Su primera relación estable fue con la arquitecta socialista brasileña Lota de Macedo Soares, con quien vivió 15 años. Sin embargo, en los últimos años su relación se deterioró. Bishop tuvo una relación con otra mujer y finalmente dejó a Lota y volvió a los Estados Unidos. Soares, afectada por una profunda depresión, siguió a Bishop hasta los Estados Unidos y se suicidó en 1967. Wikipedia.


PARA COMENTAR Y COMPARTIR

1. ¿Cuál ha sido la pérdida más difícil de superar para ti? ¿Por qué?

2. ¿Cuál fue tu pérdida más reciente? ¿Cómo lo manejaste?

3. ¿Alguna respuesta te trajo recuerdos que ahora son difíciles de dejar atrás?

4. ¿Cuál ha sido el principal aprendizaje que ha surgido en tu vida a través de una pérdida?

5. ¿Pensar en la pérdida te genera emociones intensas o deseos de no hablar al respecto? ¿Por qué?

6. ¿Qué estilo de afrontamiento sueles usar cuando hay una pérdida en tu vida? ¿Es el mismo estilo para todos los casos?

                                                                    PARA DISCUTIR

1. ¿Cuál crees que es la pérdida más difícil de afrontar para las personas? ¿Por qué?

2. ¿Qué tipo de pérdidas se deberían olvidar y cuáles no? ¿Por qué?


RETOS

1. A partir del análisis que acabas de hacer, establece un compromiso para cambiar por lo menos parte de la forma en la que afrontarías una pérdida inesperada este año.

2. Pierde algo a propósito en los próximos 30 días. 

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